En esta entrada nos acercaremos a la figura del Ithaqua. Primero un poco de
información sobre este misterioso ser y después un relato sobre el mismo.
El Ithaqua
Ithaqua, es un Primigenio que aparece por primera vez en el relato "Ithaqua" de August Derleth. El concepto de Ithaqua está muy influido por "El Wendigo" de Algernon Blackwood.
Suele mostrarse como un gigantesco cúmulo de nieve dominado por dos ojos brillantes, pero también puede adoptar un aspecto humanoide.
Aparece en entornos fríos del norte, en especial en medio de unos círculos de piedra trazados por sus cultistas. Si atrapa una víctima, la recubre de una crisálida gélida que provoca un estado de congelación. Es posible romper la crisálida y salvar a quien está dentro, pero estas personas suelen morir poco después por culpa de la hipotermia.
Es venerado por índigenas y gnoph-keh. Sus armas son zarpas y magia de congelación. También es conocido como “El que camina por el viento” o “El Dios de la nieve”.
El regreso
Era noche cerrada cuando Arco Certero y otros cinco cazadores de la tribu decidieron descansar después de un frenético día de caza.
Cuervo Blanco y Trueno de Fuego fueron los encargados de buscar presas para la cena, puesto que empezaban a sentir hambre. Mientras, Arco Certero y otros tres hombres prepararían el terreno donde pasarían la noche.
Trueno de Fuego, que había cazado más veces en esa zona, sabía de un arroyo en el que iban a beber agua algunos ciervos. Dicho arroyo estaba bien adentrado en el bosque en el que se encontraban, pero no era un problema para el jefe de la tribu. Sin embargo, Cuervo Blanco no estaba tan convencido, ya que había oído hablar de un ser que se llevaba a los cazadores: el Ithaqua.
Debido a las grandes y densas copas de los árboles y pinos, no se veía la luna, a excepción de algunos rayos de luz. Gracias a uno de ellos, Cuervo Blanco pudo ver una gran figura moverse velozmente entre los arbustos. Se detuvo y un sudor frío recorrió todo su cuerpo. ¿Sería el Ithaqua? Llamó la atención de su compañero, pero él no le hizo caso, pues nunca había visto algo así en ese bosque en el que acostumbraba a cazar. No obstante, cambió de opinión cuando vio la enorme figura de ojos brillantes y enigmáticos que se abalanzaba sobre ellos.
Realizado por Marta Castro y Eva Órpez


No hay comentarios:
Publicar un comentario