Opinión personal

Esta novela recupera la vida salvaje en la gran pradera norteamericana, antes de la llegada del hombre blanco, a través de una tribu de indios Crow.

 

Con una primera parte centrada en la vida y costumbres de los Crow y en la emotiva peripecia vital de Ojo de Nube, la novela entra de nuevo en el terreno de la intriga cuando los blancos irrumpen violentamente en el territorio de los Crow.

 

No hay que discriminar a alguien porque tenga una discapacidad, porque ellos pueden dar más de sí, sin que uno lo sepa.

Realizado por: Eva Órpez
                                                     

Ojo de Nube, un crow especial

¿Realmente necesitamos ojos para ver? ¿No podemos encontrar otra manera de contemplar el mundo, de interactuar con él? Este libro muestra que se puede. Ojo de Nube es totalmente ciego pero sin embargo ha aprendido a desenvolverse, a ser autosuficiente. Es un miembro más de la tribu, que al igual que todos tiene su función, es útil, aunque es ciego puede ver cosas que otros no ven. Para ello su madre ha jugado un papel fundamental, al conocer el problema de su hijo no se resignó, no lo abandonó. Abeto Floreciente hizo todo lo posible para que conociera lo que había a su alrededor. Era sus ojos, como ella bien decía. Lo preparó para que fuese autónomo, y tan bien lo hizo, que quien creían sería un lastre para la tribu, los salvó. Ojo de Nube nos da a conocer valores tan importantes como la fuerza de voluntad y el afán de superación, los cuales son muy importantes en la vida. Ser ciego no es un obstáculo para Ojo de Nube, él luchó para conseguir lo que quería, no se rindió a pesar de las dificultades. Valoremos lo que tenemos, ver el mundo es un gran regalo.